La evolución de las manillas o pulseras
comenzó en el antiguo Egipto en las momias, en sus sepulturas, y se observaba
en muchos de los personajes del antiguo Imperio Sirio.
Los aspectos de las pulseras de esta edad solían tener forma de espiral o
circular, las pulseras de los egipcios eran de forma cilíndricas y alguna de
ellas estaba divididas en dos partes y las terminaciones eran con cabezas de
animales.
En Roma y Grecia estaban representadas por figuras de serpientes con piedras
preciosas, las pulseras solo eran utilizadas por las clases altas.
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